La comunicación directa entre personas, entendida en el sentido de transmisión de ideas, sentimientos o información, tiene dos vías fundamentales: el lenguaje verbal y el corporal.

El lenguaje corporal es parte fundamental de la comunicación: rostro, gestos, labios, ojos, manos, tono de voz, ritmo de las palabras, respiración, pausas y hasta el silencio, expresan más que las propias palabras. En resumen, cuando hablamos, todo nuestro cuerpo habla.

El silencio bien manejado y utilizado en el momento justo te puede ayudar a mejorar tu mensaje.

Hay culturas como la japonesa que valoran más a las personas que utilizan menos palabras para expresarse. Y no soportan a los que siempre están dando explicaciones y excusas con cualquier error que comenten.

En las culturas apaches también el silencio es un ritual muy valorado en momentos especiales, como un encuentro con amigos y parientes, el regreso de algún familiar que ha estado lejos de casa, o simplemente porque se encuentran enojados o tristes.

El silencio es interpretado de distintas formas según las Culturas. Por ejemplo, cuando tienen que convivir una persona japonesa amante del silencio: Un americano es totalmente el polo opuesto. El silencio del japonés hace sentir al americano como desplazado y no aceptado por su compañero cuando el japonés quiere demostrar todo lo contrario.

Existe comunicación a la vez que el silencio, pero no lo percibimos

  • Las miradas
  • Los gestos
  • Una sonrisa y otros muchos son elementos que comunican.

Al silencio no le das la verdadera importancia, que tiene en tu vida cotidiana. Si lo hicieras podrías escuchar con Más Atención todo lo que te Rodea ya que podrías procesar la información de manera diferente: El Silencio “Se Oye”. Y hasta lo identificarías como el canal de comunicación dominante.

Existe una Serie de Principios a la hora de Callar

  1. El tiempo de Callar va Primero, luego ya hablarás
  2. No se debe hablar si lo que se va a decir no es Más Importante que El Silencio.
  3. Se Arriesga Menos cuando uno está callado
  4. Eres Dueño de Tus Silencios y Esclavo de tus Palabras.