Puedo apostar que en algún momento pensaste que en tu próxima charla te vas a encontrar con personas difíciles, complicadas, duras para ceder y que están obligadas a escuchar tu conferencia; si no lo pensaste alguien en tu entorno te lo dice, «por ayudarte» pero lo que causa es un efecto contrario te alternas, llenas tu cabeza de pensamientos ? negativos y los nervios se empiezan a notar en cada parte de tu cuerpo, incluso puede ser que dudes que lo que has preparado sea del agrado de esas personas, te adelantas a resultados y peor si optas por modificar de alguna manera lo que ya tenías listo, preguntas sus respuesta, imágenes de terror incluso, e incluso puede ser tratas de postergar finjiendo malestar ( que en realidad lo estas fabricando), digamos que logras en algo vencer ese temor, y sales al escenario preocupado más en tratar de descifrar cada gesto de los asistentes lo que hace que olvides lo que tenías preparado, creas muletillas, hay silencios y eso te hunde más, en cada pausa solo piensas en terminar y más que un disfrutar de lo que haces se convierte en la peor tortura medieval.
Míentras la persona que te comentó la historia pudo ser de algo que le sucedió a él cuando empezó recién a dar conferencias o simplemente se lo contaron y replica la información, peor aún si solo fue para entablar una conversación.
Y la gente que te espera pues simplemente está lista para recibir tu valiosa información y si hay alguno con altas espectativas será por las experiencias individuales pero nada más, todos somos seres humanos entonces tus resultados serán directamente proporcionales a tu poder de comunicación más información, más tu carisma, y sobre todo que dejes toda tu experiencia en el escenario, vive esos momentos comunica con todos tus sentidos pon tu pasión en cada palabra expresada y móntate en una actitud positiva.
Con esto que esperas para que llegue tu próxima charla y estés preparado para enfrentar la vida con más optimismo y entrega todo en cada conferencia que des!